jueves, 5 de mayo de 2016

Hiato

Hubo un tiempo en el que creí que iba a vivir de la literatura. Un tiempo en el que fui una promesa, no tan joven, no tan prometedora, pero promesa al fin. Nada me afectaba, porque iba a lograr lo que más quería, escribir y vivir de mis libros. Luego las puertas se fueron cerrando. Volví a los rechazos, al olvido, pero también a la ilusión de un llamado, a la soledad y la compañía de los libros, al empeño de la escritura, a vivir en la literatura, no de ella.

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